El miedo

Esta es la historia de un tigre que vivía en su habitat natural, donde tenía todo lo que podía necesitar. Era muy feliz, se divertía jugando con sus amigos, tenía una gran familia de la que tenía que cuidar y alimentar, disfrutaba de su tiempo libre como mejor sabía y vivía en plena armonía.

Un día ocurrió algo trágico, cuando unos cazadores que merodeaban por su territorio, capturaron al tigre y lo enviaron a un zoológico.Allí pasó muchos años de su vida encerrado en un espacio reducido tras unas rejas, no entendía que había hecho para que le robasen su libertad.

El tigre se fue haciendo mayor, y con el paso de los años perdió toda esperanza de volver a recobrar su felicidad, pues allí solo servía de objeto para los humanos que lo visitaban a diario por entretenimiento.

El tigre dejó de comer, pues sentía mucha tristeza y comenzó a enfermar. Los dueños del zoológico decidieron devolverle a su habitat natural, porque no encontraban manera de que el tigre se recuperase y temían por su vida. Pensaron que devolviéndolo a su entorno volvería a recuperar sus fuerzas y su vitalidad.

Así lo hicieron, y el tigre comenzó a caminar por sus tierras, por el lugar en el que tantos años había caminado y disfrutado de su vida, pero lo hacía con mucha inseguridad y desconfianza. Estaba muy asustado, pues después de tanto tiempo, no recordaba a penas aquello, solo tenía el recuerdo de las rejas de la celda, en la que, había estado los últimos años. El tigre no sabía si quedarse allí o volver al zoo, prefería ser prisionero a recuperar la libertad...

No tiene ningún sentido, pero así es como nos comportamos en la vida la mayoría de nosotros.
Mientras estabas entre rejas, no tenías libertad, pero te atenías a una serie de normas rigurosas, que te habían impuesto y a las que te habias adaptado. Ahora, aunque ya no estás preso, sientes miedo. No sabes qué hacer ni adónde ir, solo hay incertidumbre. Tiendes a volver a lo conocido en lugar de hacer frente a la inseguridad y la dificultad aparentes de lo desconocido.

Vivir con miedo es vivir a medias.
No hay peor miedo que el que construye uno mismo.
La mejor manera de vencer el miedo es enfrentándolo.

El miedo no existe, solo está en tu mente.