Tartufo
Íbamos en coche cuando vimos un perro pequeño que corría asustado por una vía por la que transitaban muchos vehículos. Este perro corría el riesgo de ser atropellado, así que decidimos para el vehículo e intentar aproximarnos al perro para poder capturarlo y llamar después al centro de protección animal, para que lo recogiese. Aún siendo un perro pequeño, nos fué imposible atraparlo, ya que se puso algo agresivo porque tenía miedo de que le hiciésemos daño.
Decidimos intentar alejarlo de la carretera corriendo tras él, pero no hubo manera. Momentos después, una pareja paró su vehículo, ya que estuvo a punto de atropellarle e intentaron hacer lo mismo que no nosotros pero no tuvieron éxito. Nos pusimos de acuerdo los cuatro para capturarlo, pero el perro salió corriendo y se alejó bastante. En esto que se cruza en medio de la carretera de nuevo y pasan dos vehículos, los cuales, deciden detener sus vehículos e intentar atrapar al perro también.
Uno de los vehículos era un vehículo de vigilancia de seguridad. Los vigilantes estuvieron a punto de atraparlo, ya que uno de ellos disponía de guantes reforzados para evitar mordeduras, pero el perro se dió a la fuga de nuevo. Los vigilantes le siguieron con su vehículo y momentos después le dieron caza, llamaron al Centro protector de animales que está situado en el PAU de Carabanchel, junto a la M-40, frente al barrio de la Fortuna de Leganés y vinieron a por él. Esperemos que el perro vuelva con sus dueños, si es que lo perdieron, o que sea adoptado por una familia que realmente lo quiera.
Cualquiera que desee adoptar un perro, puede acercarse a este centro y ver todos los animales que tienen. Nos comentaron que en estas fechas, han abandonado muchos perros, varios de ellos incluso siendo perros de raza y cachorros.
Es triste ver como cada día, muchas personas dejan abandonados a sus perros en las calles.El otro día después de esta actuación por parte de todos los que estuvimos allí, me hizo pensar que todavía quedan personas humanas en la tierra a las que les preocupa la vida de un animal abandonado.
Tartufo (el perro de la foto), es el nombre que le puso uno de los vigilantes, que por cierto se portó genial con él. Le dió de comer y de beber mientras llegaban los empleados del centro protector de animales. Fué una experiencia bonita y quería compartirla con vosotr@s.
PD: Esta noche salgo de viaje y estaré ausente durante todo este mes, si puedo conectarme en algún momento os dejo algún comentario y si nó ya vendré en agosto con las pilas cargadas.
Que paséis un feliz verano.... Un abrazo.
