El espejo
Maldices haber nacido con ese cuerpo y envidias la belleza de otros.
¡Qué poco te quieres!, ¡estás ciego!, no te valoras y solo ves ante ese espejo algo material. Eso no eres tú, tú eres algo más que un cuerpo. Mira en tu interior y abre bien los ojos. Conócete bien y observa lo que eres, escucha tu corazón y se consciente de ello.
Aparta los pensamientos que llegan a tu cabeza una y otra vez sin que los hayas llamado, esas voces que te hablan a todas horas y que casi nunca se marchan, no te identifiques con ellas. No las escuches, deja que hablen solas pero no les prestes atención, siente únicamente tu respiración y la sensación que te produce. Relájate y goza de ese momento. Ahora olvídate de lo demás, solo dedícate a sentir y a ser consciente de quien eres. Siente tu ser.
Cierra los ojos a todo aquello externo que intente manipularte. Huye de la publicidad, no dejes que lave tu cerebro, escúdate de ella, solo es veneno para ti y para los que te rodean.
Sabemos bien el daño que produce oír una y otra vez, el mensaje: ¡Te falta algo!. Sin duda alguna es el eslogan principal de muchos anuncios. Pretenden y consiguen infundir inseguridad, miedo y depresión.
Siempre intentarán convencerte de que puedes estar mejor, y de que te falta siempre aquello que te quieren vender o imbuir.
Aprende a quererte y serás mas feliz....